“…Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”. Ef. 5:16.
Dentro de aproximadamente dos semanas, el mundo celebrará la fiesta pagana llamada “carnaval”. Como ya todos sabemos, esta fiesta tiene la tendencia de aflorar y desbordar las más bajas pasiones en la vida del hombre; provocando: adulterios, fornicaciones, homosexualidad, drogadicción, borracherras, orgías, lascivias, homicidios, robos, enfermedades de transmisión sexual (entre ellas el sida), abortos, destrucción de matrimonios y por ende la familia, accidentes de todo tipo, y hasta “caídas espirituales” …
La estadísiticas indican que durante esos cuatro días de “fiesta” (locura); aumenta la cantidad de madres solteras, aumenta la cantidad de jovencitas que dejarán de ser virgenes, aumenta la cantidad de ventas de alcohol, y todo tipo de drogas, aumenta la cantidad de divorcios, etc; pero disminuye la cantidad de los miembros en las iglesias. La pregunta es ¿Por qué? Considero que se debe a los siguientes aspectos:
I. Ignorancia: “…para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones” (II Co. 2:11). Uno de los mas grandes errores de la iglesia es precisamente ignorar las maquinaciones del enemigo. Nadie podrá negar que, durante los días de carnavales, hay una fuerza “especial” que induce al hombre al desenfreno sexual. Se dice que el termino “carnaval” proviene de una fiesta antigua pagana a.c, donde algunos pueblos impíos celebraban una fiesta a su dios “Baal”, con la participación de la prostitución “sagrada”, además de la violación a virgenes y actos depravados. En estos actos sexuales “religiosos” se ofrecia “carne para Baal”, y de allí el termino (carne-baal) que hoy es carnaval. Detrás de la actitud desenfrenada de los hombres, hay un mundo espiritual que no podemos ignorar. El apostol Pablo señala que: “…no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (Ef.6:12). Lo que ocurre durante los días de carnaval, no es diferente a lo que ocurrió durante los días de Sodoma y Gomorra; y necesitamos tomar consciencia para saber como actuar.
II. Negligencia: Tanto en el trabajo de alcanzar la mayor cantidad de almas posibles para nuestro Señor Jesucristo; como en la prevención y enseñanza a nuestros fieles en la iglesia, que a menudo son tentados por el mundo, mediante los medios masivos de comuicación (radio, TV y prensa), la música, y el propio ambiente que los rodea. Pienso que todos podemos ser mas diligentes y rescatar muchas más almas de lo que nosotros pensamos o imaginamos. La ignorancia señalada anteriormente nos lleva a una negligencia que es complice en la perdición de las almas. No solo hemos sido negligentes con los de fuera, si no también con los de dentro. Ya que esta actitud (negligencia) nos lleva a no estar preparados, no tener estrategias concretas para contrarrestar el ataque enemigo y avanzar en orden. Necesitamos establecer las bases de la fe (la sana doctrina) que solo puede ser transmitido mediante la enseñanza sistemática de la palabra de Dios en nuestra congregación. Si es cierto que mucho pueblo es destruído por falta de conocimeinto (Os. 4:6); tambien es cierto que algunos mueren por nuestra negligencia. La iglesia no puede seguir pasiva ante la perversión y perdición de tantas almas; necesitamos ser diligentes y cumplir con el propósito de Dios con nosotros (la iglesia) en esta tierra. Como estrategia debemos seguir con: ayunos, vigilias, oración y enseñanza.
Ahora, ¿Qué debe hacer la iglesia ante la realidad de estas fiestas paganas? Por años se ha discutido dos posiciones que debe adoptar la iglesia durante la celebración de los carnavales: a. Que la iglesia debe quedarse en la ciudad y salir al frente de batalla (con oraciones, campañas, evangelismo, discipulado, etc.) contra el enemigo; b. Que la iglesia debe aprovechar estos días y hacer retiros espirituales que fortalezcan la fe, familia, etc. Yo como pastor estoy inclinado a separarnos con el pueblo celebrando retiros espirituales por los siguientes motivos:
1. Es un tiempo de separación: “oyendolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, lo siguió a pie desde las ciudades. Y saliendo Jesús vió una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que estaban enfermos. Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer (Mt. 14:13-16). En este pasaje vemos a la gente seguir a Jesús que se habia apartado (separado) aun lugar desierto. Pero; ¿apartado de qué o quién? Sencillamente el Señor se había apartado del bullicio de la ciudad, de las rutinas de las personas y de las distraiciones que ofrece cualquier metropolí. Aquí lo importante es que la gente lo sigue; es decir se aparta con él; salen de las ciudades para estar en un lugar desierto, solos con el Señor. Los resultados de esta separación son increíbles: a. El Señor sanó a los que estaban enfermos, b. El Señor alimenta a cinco mil hombres, con solo cinco panes y dos peces. ¿Quienes participaron de este poderoso milagro? Solo los que se apartaron con el Señor. Hay algunoas cosas que Dios solo puede hacer contigo cuando te apartas con él; y creo que Dios hará grandes cosas (bautismo en el Espíritu Santo, sanidades físicas, espirituales, emocionales, etc) con los que se aparten con él, en ese retiro espiritual.
2. Es un tiempo de Koinonía: Por la presión del tiempo, el cansancio del trabajo o el apuro de los quehaceres domésticos; a veces descuidamos la relación de amor que debemos tener unos con los otros, y es en un retiro donde se fortalecen los vínculos de amistad, amor y hermandad, entre la congregación. Cuando estamos todos juntos en un retiro aprendemos a valorarnos y a querernos más.
3. Es un tiempo de recreación: Muy pocas veces el horario de trabajo permite a los diferentes hermanos tener un tiempo de esparcimiento y diversión entre cristianos.
4. Se protege (ayuda al débil en la fe): La Biblia habla sobre “sostener al débil” (I Ts. 5:14). Hay algunos hermanos de doble ánimo, que con actividades como este (retiro espiritual) tienen la forma de escapar de la tentación de los carnavales.
5. Experimentamos lo que pasó Israel en el desierto: Al estar lejos de nuestras casas, sin lujos, sujetos a autoridad, unidos a diferentes personas, etc. Podemos aprender en forma individual, lo díficil que fue para Israel y para Mosises, avanzar en el desierto con más de un millón de personas con diferentes temperamentos, caracteres, costumbres, etc.
Dios te bendiga.