Millones de indios creen que el país pertenece a los hindúes y que todas las demás religiones, incluidos el cristianismo y el islam, deben ser eliminadas de la sociedad.
Grupos de derechos humanos han acusado al Primer Ministro de la India y a su gobierno de apoyar la visión extremista; es por ello que ha surgido una ideología alarmante en la India: Hindutva, con la que pretenden expulsar todo el cristianismo del país.
A los 16 años, «Paul» recibió instrucciones de atacar a los cristianos por parte del Rashtriya Swayamsevak Sangh o RSS, una organización paramilitar hindú radical. Él dice que el RSS señala a los cristianos porque muchos hindúes en la India están abandonando su fe para seguir a Jesucristo.
Estos alumnos de la RSS, son entrenados tanto con educación religiosa hindú como con ejercicios de defensa personal.
«Nos dijeron que el cristianismo no pertenece a nuestro país porque están convirtiendo a la gente, por lo que tenemos que atacar a los pastores y demoler sus iglesias para que nuestro país siga siendo un país hindú», dijo Paul.
Dentro del país, el hinduismo es la religión predominante representando a un 80% de la población, luego están los musulmanes con un 14% y del ultimo con un sorprendente aumento, está el cristianismo con un 2,3% de sus ciudadanos.
Muchos de ellos son impactados cuando conocen el sacrificio de Jesús, lo que provoca un cambio genuino en el corazón de las personas; uno de ellos fue Paul, quien tomó la determinación de dedicar su vida a Cristo cuando le predicó un pastor.
«Mi corazón se rompió cuando escuché que la sangre de Jesucristo fue sacrificada por mí, que Jesucristo me amó y dio su sangre por mis pecados. Me dediqué a Cristo en ese mismo momento», dijo él.
Ahora como servidor, Paul en el estado de Karnataka lo atacan bandas del RSS, y aunque ha sido puesto tras las rejas, ha decidido no detenerse de predicar el Evangelio.
«Incluso en la cárcel sentí el amor de Dios, a pesar de que recibí los golpes, me regocijé y por eso estoy agradecido a Dios», expresó.
Aun con la mayo democracia del mundo, la India liderada de 2014 por Narendra Modi, ha impulsado el Hindutva para restringir la libertad religiosa, muy similar a lo que viven los creyentes en China. Este líder político ha sido acusado de promover la persecución cristiana en el país, la cual a su juicio debe ser eliminada.
«Tienen el objetivo de expulsar al cristianismo de la India. Ven a la India como la tierra santa del hinduismo y pretenden forzar que eso suceda», dijo el Dr. David Curry, comisionado de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional.
La invitación de los creyentes en India, liderados por Don Shenk, un cristiano que ha difundido el Evangelio en ese país desde 1978 a través de la radio, es que los hermanos en la fe de todo el mundo puedan orar para que los creyentes de esa nación puedan mantenerse firme en la fe.