Bebé milagro

Una hermosa bebita ha desafiado todas las probabilidades de vida e incluso a la medicina después de que naciera con la mayoría de sus órganos fuera de su cuerpo, a quien no le daban mucha esperanza de vida por su condición; ahora Dios se ha glorificado en su vida con un maravilloso milagro.

Hannah y Simon Cox son los padres de Elsie, una bebé a la que se le detectó con tan solo tres meses de embarazo de su madre una enfermedad congénita llamado “onfalocele gigante”, el cual se caracteriza por hacer que los órganos principales crezcan fuera del cuerpo y forrados en piel; debido a esta característica, uno de cada cinco bebés nacidos de esta forma no sobreviven después del parto.

Sus padres jamás dejaron de confiar en Dios y se aferraron a la fe en medio de un embarazo abrumador y los cuidados pertinentes que cada vez se hacían más rigurosos.

El nombre de “Elsie” significa “Dios es la perfección”, y fue el que sus padres decidieron colocarle debido a que estaban aferrados a un milagro y a su guía a través de esos meses de incertidumbre y miedo por lo que estaban pasando.

Según el diagnóstico médico, la pequeña Elsie podría tener problemas con su corazón, pulmones y columna también, además de que el estómago, el hígado y los intestinos estaban creciendo fuera del cuerpo.

A pesar de todo eso, Hannah continuó su embarazo y decidió darle la oportunidad de vivir a Elsie, y así aprender todo lo que se necesitaba para atenderla.

Para el parto, los médicos extrajeron la membrana que rodea sus órganos externos, siendo éste el onfalocele más grande que se haya visto en una cesárea, según lo expresó James Aridas, encargado de la intervención en el Centro de Medicina Materno Fetal.

Elsie nació y de inmediato fue llevada a la sala de reanimación y luego a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), donde le colocaron un ventilador; siendo un momento bastante duro para los padres, ellos oraron y mantuvieron la esperanza de que su hija sobreviviría.

Su “bebé milagro” como Hannah y Simon la llaman creció desafiando las adversidades y sorprendiendo a muchos.

Uno de los detalles más sorprendentes es que a medida que crecía la bebé, los órganos que estaban fuera de su cuerpo fueron tomando su lugar en su cuerpo y la piel creció lo suficiente como para cubrir los órganos, lo que hizo que sus órganos estuvieran mucho más adentro, como debería ser. La pequeña en un tiempo necesitará cirugía para devolver sus intestinos a su abdomen, pero muy a pesar de eso, ella está creciendo muy bien y se desarrolla con mucha gracia, para la bendición de sus padres.

Rev. Leonardo Bailey

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