El Bautismo del Espíritu Santo II Parte

“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hch. 1:4-5,8).

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: … Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” (Hch. 2:1-16; 41-42).

 Hoy, analizaremos lo ocurrido en pentecostés dando inicio a la iglesia; veamos:
La Unidad: Pentecostés era una de las tres grandes fiestas judías (las otras dos eran la Pascua y Fiesta de los Tabernáculos), otro nombre para Pentecostés era Fiesta de las Semanas y con ella se celebraba la cosecha del trigo y el pacto del Sinaí. Entonces mientras la gran mayoría de los judíos celebraban esta fiesta, los apóstoles y seguidores del Señor se separaron para estar unánimes juntos, ¿Cómo y para qué? Pues juntos en oración y adoración (Lea Hch. 1:13-14). ¿Se imagina? Unánimes juntos para orar. ¡Que tremendo! Unidos buscaban el rostro de Dios, para que el derramara o enviara su Santo Espíritu. Indudablemente que una de las condiciones para que Dios derrame su Espíritu sobre su iglesia, es que esta (la iglesia) este unida totalmente, es decir: a. Un mismo sentir, b. Una misma fe, c. Una misma meta (su espíritu), d. Una misma acción (La Oración). A pesar de las discusiones y discordias que hubo entre los discípulos del Señor; ahora estaban juntos. Tenemos que entender que el derramamiento o bautismo del Espíritu Santo, no es para una persona o un grupo exclusivo; sino para la iglesia del Señor. Dicho de otra forma, es para todos los cristianos o creyentes en Jesucristo. El Señor les había advertido: …Recibiréis poder (1:6); no dijo recibirás poder ¿Lo entiende? Como iglesia necesitamos unirnos para que Dios nos bautice con Espíritu Santo y fuego. El Señor Jesús oró por esa unidad (la de su iglesia) en Jn. 17. De manera que la unidad de la iglesia, obtiene el respaldo de Dios. Únase y no sea mas una isla y sea lleno del Espíritu Santo.
Viento y Fuego: Hechos 2:2 dice que fue: De repente. Es decir, sin aviso. No existe forma humana de saber cuando el Espíritu Santo se derramará en un lugar o una persona. Si usted esta orando para recibir el bautismo del Espíritu Santo, y quiere saber ¿Cuándo ocurrirá? La respuesta es: De repente, o en cualquier momento, o cuando a Dios le de la gana. En esta ocasión el Espíritu Santo vino cincuenta días después de la Resurrección (esto lo sabemos por el significado de Pentecostés). Lucas dice que un viento recio que soplaba, llenó toda la casa donde estaban reunidos. El viento es uno de los símbolos del Espíritu Santo en la Biblia. Mientras ellos perseveraban en unidad y oración vino un viento recio. Algo que no podían ver, pero que sin duda alguna podían sentir (Dios). Ciertamente al igual que el viento, a Dios nunca lo hemos visto físicamente, pero todos los cristianos lo podemos sentir. Otro aspecto que simboliza el viento es: Poder. Cuando el viento sopla con fuerza, nada lo puede detener. El viento simboliza que el poder de Dios venia sobre los creyentes en Cristo. Ahora, la Biblia también dice que: … se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos (1:3). No eran lenguas de fuego, sino como de fuego. El fuego es otro de los símbolos del Espíritu Santo, y habla de purificación, preparación (el fuego cocina) y propagación (un fuego encendido se extiende rápidamente en cualquier terreno); así el fuego de Dios santificaría a la iglesia, los prepararía y se extendería sobre el mundo entero.
Esta visión de: Lenguas repartidas habla de: 1. Dios toma el control de lo mas indomable en la vida del hombre (su lengua), y 2. Dios no hace acepción de personas. El reparte a todos. Al recibir el bautismo del Espíritu Santo, viene sobre nosotros el viento y el fuego de Dios.
La Llenura del Espíritu y las Evidencias: La llenura del Espíritu Santo es una experiencia inexplicable y solo entendible por aquellos que han recibido le promesa. Dios los llenó a todos, sin excepción. Este evento marcó el comienzo de la iglesia. Al ser llenos habían recibido el poder de Dios prometido anteriormente. El bautismo los capacitaba para hacer cosas sobrenaturales en un ámbito natural; E, inmediatamente aparecieron las evidencias. Analicemos: 1. Evidencia Externa: a. Comenzaron a hablar en otras lenguas. La única evidencia externa que confirma inequívocamente el Bautismo del Espíritu Santo en un creyente, es que este (el cristiano) comience a hablar en otras lenguas, que antes eran desconocidas por El. Para sostener esta verdad bíblica me gustaría que leyeran Hechos 2:4; 10:45-46; 19:6. En cada uno de estos pasajes, observaremos que inmediatamente que el espíritu Santo bautiza, sigue el hablar en otras lenguas. Ahora hay lenguas humanas (habladas por los hombres) y lenguas angelicales (el lenguaje de ángeles). Cuando Dios nos bautiza con su Espíritu, es Él quien decide que lenguas dará a cada uno, o cuantas lenguas dar. También tengo que añadir, que, el que recibe las nuevas lenguas, no entiende lo que dice, aun cuando pueda hablar esa nueva lengua con fluidez, porque no habla a los hombres sino a Dios (I Cor. 14:2). Bien, es muy posible que otras personas de otras regiones, países o continentes, puedan entender a algún creyente que este hablando en lenguas, si Dios le concede a ese creyente la lengua de esa persona. este es el caso que ocurrió en el día de Pentecostés. Por ser fiesta en Jerusalén, judíos de todos los rincones se reunieron para celebrar la ocasión, y al ocurrir el estruendo (vs. 6), porque el bautismo del Espíritu Santo no es un hecho secreto, se juntó a ellos la multitud; y ¿cuál sería su sorpresa? Que escuchaban hablar en su propia lengua, a unos judíos del vulgo, sin ningún tipo de preparación; las maravillas de Dios (Hch. 2:6-11). De manera que la única evidencia externa creíble del bautismo en el Espíritu Santo es que hablemos en nuevas lenguas, según el espíritu nos de. Si una persona llora, ríe a carcajadas, tiembla, salta, corre, se desmaya, pero no ha hablado en nuevas lenguas, tengo que asegurar categóricamente que no ha recibido el bautismo del Espíritu Santo; ya que una vez reciba del bautismo del Espíritu; comenzará a hablar en nuevas lenguas. b. Actuaron extrañamente: Por la actitud de los que presenciaron el derramamiento de Espíritu (decían que estaban llenos de mosto, borrachos), podemos conjeturar que la actitud de los discípulos, era extraña; actuaron como borrachos. Siendo que todos somos diferentes, necesitamos saber que la reacción física al bautismo del Espíritu Santo es diferente en cada persona. Unos caen, otros lloran, algunos ríen o saltan; la única reacción que será igual en todos, será repito, hablar en otras lenguas o lenguas extrañas. Sin la evidencia de hablar en otras lenguas, cualquier reacción de las antes mencionadas, será solo el producto de nuestra emoción. 2. Evidencia Interna: Esta evidencia solo es percibida por el que recibe el bautismo del Espíritu. (La persona siente el poder de Dios, y está consiente de que ha recibido el bautismo del Espíritu).
Testificando de Cristo: Una vez, los apóstoles recibieron el bautismo en el Espíritu Santo, comenzaron a testificar públicamente de Jesucristo. Si lo analiza bien, estos mismos apóstoles, incluyendo a Pedro, habían negado públicamente al Señor, luego de que fue entregado ¿por qué? Por temor y vergüenza. Pero ahora vemos a un Pedro lleno del Espíritu (vs. 14) testificando y predicando a Jesucristo sin temor ni vergüenza. ¿Cuál es la diferencia? Que ahora eran llenos del espíritu Santo y ¿Cuál fue el resultado? La conversión de 3,000 personas (2:41) es decir, frutos para la gloria de Dios.
Amado Hermano: Solo quiero concluir esta lección, exhortándole como el apóstol Pablo a la Iglesia de Efeso: Sed llenos del Espíritu (Ef. 5:18).

Rev. Leonardo Bailey

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