“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hch. 1:4-5,8).
“Cuando llegó el día de Pentecostés,a estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” (Hch. 2: 1-4).
La enseñanza de hoy es una de las más importantes que haya hecho, siendo que la iglesia arrancó con el bautismo del Espíritu Santo en Pentecostés, tal y como esta escrito en el libro de Hechos de los Apóstoles en el Cap. 2. Mas que hablar de la persona del Espíritu Santo, quiero enseñar sobre el Bautismo en el Espíritu Santo. Veamos:
La Necesidad del Bautismo del Espíritu Santo: En otras palabras es imprescindible el bautismo del Espíritu Santo para todo creyente. Observe que el Señor antes de ascender al cielo les ordenó a los discípulos que no se fueran de Jerusalén, les dijo: 1. Que esperaran la promesa del Padre (vs. 4). El Padre había prometido el derramamiento del Espíritu Santo por el profeta Joel, en el cap. 2:28 cuando dijo: Y después de esto derramare de mi Espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas. Luego, lo anunció también Juan el bautista (Mt. 3:11; Mr. 1:8; Lc. 3:16) y fue confirmado por el Señor Jesús (Lc. 24:49). Entonces, la promesa del Padre es el derramamiento de su Espíritu sobre toda carne (todos los hombres, sin importar su etnia, nación, sexo o lengua). Pero ahora quisiera subrayar y repetir nuevamente lo que el Señor Jesús mando: Que esperaran: Además de la fe en Cristo, para recibir el bautismo en el Espíritu hay que esperar. Muchos cristianos se desesperan cuando ven que el tiempo pasa y que ellos aún no han recibido el bautismo en el Espíritu Santo. A estos hermanos les digo que lean Hechos 1:4 y que tengan paciencia, fe y perseverancia. Deben entender que deben esperar con fe, es decir, tener la paciencia que sea necesaria para recibir el bautismo en el Espíritu Santo. Pero no es esperar por esperar, o sin hacer nada, o dormir. Es esperar en Dios, y se espera en Dios: a. Orando: Los apóstoles no se fueron a dormir sino que se unieron para orar y suplicar por el derramamiento del Espíritu. b. Alabando y Adorando: La alabanza y la adoración genuina atrae la presencia de Dios. c. Meditando y creyendo a la Palabra: Siempre mantener la Palabra en nuestros corazones nos sensibiliza en el ámbito espiritual. 2. Que serian bautizados por el Espíritu: Los creyentes deben entender que Dios quiere llenarlos a todos con su Espíritu y que no quiere tardarse. En el vs. 5 el Señor prometió que el tiempo no sería prolongado. Dijo que sería dentro de no muchos días. Entonces, ¿Por qué algunos creyentes se tardan hasta años en recibir el bautismo del Espíritu y otros no lo reciben?. Los factores son varios: A. La Falta de Fe: O incredulidad. Algunos creyentes creen o piensan que el bautismo en el Espíritu Santo solo era para los apóstoles, o que solo fue durante los días de la primera iglesia, o que solo es para pastores, líderes, y algunos pocos cristianos, pero nunca para ellos; aunque oran para que Dios los llene, no lo esperan realmente, y por supuesto al no creer que Dios los quiere llenar, nunca reciben el bautismo, porque les falta fe. B. El Temor: El miedo es otro gran impedimento para recibir el bautismo del Espíritu. Tienen temor de lo que Dios les quiere obsequiar. No saben o no entienden que todo lo que Dios nos da es bueno, y que El (Dios) no hará nada para lastimarnos. Dios no nos obliga a recibir nada que no deseemos, y lo que quiere es bendecirnos, no lastimarnos o llenarnos de temor. C. El Sentimiento de Culpa: Muchas veces aunque ya Dios ha perdonado todos nuestros pecados, nosotros no nos hemos perdonado y nos consideramos indignos de recibir el don de Dios, siendo nosotros mismos un obstáculo para que Dios nos llene. Si quiere recibir el bautismo del Espíritu Santo, acepte el perdón de Dios. D. La Indiferencia hacia el Espíritu Santo: Aunque es duro decirlo, algunos cristianos ven con desdén o indiferencia el bautismo del Espíritu Santo. Al saber que ya son salvos, piensan erróneamente que no es importante el bautismo del Espíritu, y se conforman y acostumbran a una vida mediocre, carente del poder de Dios. Para recibir el bautismo del Espíritu hay que desearlo (anhelarlo), procurarlo, reclamarlo (ya que es una promesa), buscarlo en oración y llorar por ello. E. La Desesperación: Nos desesperamos al observar como Dios bautiza a otros antes que a nosotros, y nos frustramos o sentimos que Dios no nos ama, o no nos ha perdonado completamente. F. La Vergüenza: En ocaciones, al recibir al invitación de pasar al altar para orar por el bautismo del Espíritu, no lo hacemos pensando en el que dirán los hermanos sino lo recibimos, o sencillamente nos avergonzamos anticipadamente de nuestra reacción al bautismo pensando en como hablaremos en lenguas, o si saltaremos, danzaremos, lloraremos, etc. Cuando eliminemos todos estos prejuicios, que son obstáculos en nuestra propia mente, estaremos preparados para recibir el bautismo hoy mismo. G. El Pecado: Una persona que peca deliberadamente después de haber aceptado a Jesús como Señor y Salvador, muy difícilmente recibirá el bautismo del Espíritu.
La Importancia del Bautismo en el Espíritu Santo: El Señor dijo: …pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo (vs. 8). Todo creyente necesita entender esto: Recibiremos poder de Dios, cuando recibimos el bautismo de o en el Espíritu. Se puede ser un cristiano (seguidor de Cristo), sin haber recibido el bautismo del Espíritu Santo, pero sin el (bautismo) la vida cristiana será mucho mas dífícil y carente de poder. Todo creyente necesita poder para: 1. Testificar de Cristo: El Señor dijo que luego de recibir el poder por medio del Espíritu Santo: …y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra (vs.8). Testificar de Cristo ante un mundo pecador, a veces se vuelve una tarea incomoda y no grata para muchos. Sin duda algunos de los que leen esta nota se han sentido alguna vez avergonzados (as) de ser un cristiano o compartir el evangelio con otros, ya sea en el empleo, colegios, universidad, o lugar donde viven. Pedro mismo se avergonzó de Jesús negándolo tres veces; pero al recibir el bautismo del Espíritu el mismo Pedro testifico de Cristo delante de miles de personas y poniendo en riesgo su propia vida. Cuando usted reciba el bautismo del Espíritu recibirá poder para testificar de Cristo. 2. Poder para Resistir al mundo: Día tras día el mundo nos atrae y trata de conquistarnos a través de la música, sexo, moda, el pecado, etc. y lamentablemente muchos son los creyentes que están sucumbiendo ante la tentación. Cuando el cristiano es lleno del Espíritu, podrá resistir más fácilmente al mundo y a sus deseos, aunque tengo que aclarar que el bautismo del Espíritu no nos hace inmune al mundo o al pecado, lo que hace es dotarnos de un poder celestial que nos ayuda a someternos a Dios y a resistir al mundo y el pecado. 3. Poder para Resistir al Diablo. No podemos olvidar que estamos en una guerra permanente contra Satanás, sus servidores y sus seguidores (principados, potestades, demonios, brujos, santeros, hechiceros, satanistas, falsos profetas, etc.) que procuran la destrucción del creyente por medio de persecuciones, tal y como los profetas de Baal persiguieron a Elías, pero Dios los avergonzó y los humilló respaldando al profeta Elías, mediante su Espíritu. De la misma forma hoy, Dios respalda a su pueblo dándoles poder por el bautismo del Espíritu para hacer su obra y obtener victoria.
Amado Hermano: Aquel que aún no han recibido la promesa (el bautismo), les animo a desearlo, buscarlo y pedirlo a Dios, ya que Él te quiere bautizar en el Espíritu Santo; a los que ya lo recibieron les animo a buscarlo nuevamente ya que esta experiencia (la del bautismo) puede y debe repetirse muchas veces en la vida cristiana. No sea conformista, sea lleno del Espíritu Santo, porque entonces y solo entonces: Recibiremos poder, viviremos para Cristo, y testificaremos de Él.
Dios le Bendiga.