«No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” (Jn. 14:1-3) “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” (Lc. 21:25-36). “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” (Hch. 1:9-11).
Mucho se ha dicho y escrito sobre la segunda venida de Jesucristo a la tierra, y dado el hecho de que existen varios puntos de vista al respecto, quisiera que hoy analicemos lo que la Biblia establece:
- La Realidad de su Venida: Aunque muchos lo duden, la segunda venida de Cristo a la tierra es más que un cuento, un mito, o una fábula; es una verdad absoluta, que el mismo Señor establece en su Palabra. El dijo: “Vendré otra vez” (Jn. 14:3). Su venida no es imaginaria, ni espiritual (como lo enseñan algunas sectas falsas), tampoco es una parábola que necesite interpretación; sino es un hecho literal; será corporal (físico) y personal; todo ojo le verá (no será un secreto). Apocalipsis 1:7 dice: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.” La palabra del Señor y la historia enseñan sobre la realidad de la vida, ministerio, muerte, resurrección y ascensión de nuestro Señor Jesucristo a los cielos; y muchas son las veces que hemos escuchado la frase: “Cristo Viene”. La verdad es que se ha repetido por tanto tiempo (siglos), que ya algunos no lo creen y tampoco lo esperan. No obstante, la Biblia es enfática al afirmar que la segunda venida de Cristo es una realidad y que todo creyente debe estar preparado para no ser sorprendido. A veces es en la misma iglesia, donde se cuestiona sobre la realidad de la venida de Cristo; el apóstol Pedro tuvo que escribir al respecto diciendo: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo…” (2 Ped. 3:8-10). Hay que estar preparados, porque la segunda venida de Cristo a este mundo es una realidad absoluta, y esta realidad forma parte de la esperanza bendita de la iglesia de Jesucristo. El apóstol Pablo también escribió sobre esta realidad, cuando dijo: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”(1 Tes. 4:16-17). El Señor Jesús afirmó que su venida esta cerca; El dijo: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” (Apc. 22:12). Cristo viene pronto, esto es una verdad absoluta.
- El tiempo de su Venida: Muchos adivinos y estudiosos de la escatología bíblica han tratado de determinar el tiempo de su venida. Algunas de las doctrinas falsas (como los adventistas o los testigos de Jehová) han establecido fechas en el pasado para la segunda venida del Señor. Sin embargo, la Biblia dice: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.” (Mt. 24:36). Así es hermano, la Palabra del Señor no establece fecha para su venida; puede ser dentro de un mes o un año o diez, tal vez en treinta años o 100, nadie sabe cuanto tiempo falta solo el Padre; lo que si sabemos todos y estamos seguros es que: Cristo viene otra vez.
- Las Señales de su Venida: Aunque la Biblia no nos dice el tiempo de su venida; si nos da señales para que sepamos cuando se acerca: “Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. (Mt. 24:4-24). Ahora, permítame enumerar algunas de las señales: Oiréis de guerras y rumores de guerras, 2. Se levantara nación contra nación y reino contra reino, 3. Pestes, 4. Hambres, 5. Terremotos, 6. Persecución de la iglesia, 7. Tropiezo de muchos cristianos, 8. Falsos profetas, 9. Multiplicación de la maldad, 10. El amor ( la fe) de muchos se enfriará, 11. El evangelio será predicado en todo el mundo, 12. Los días serán acortados, 13. Se levantaran falsos cristos, 14. Se harán grandes señales y prodigios (por los falsos cristos y falsos profetas), 15. Engañaran a muchos, aún a algunos cristianos. Si usted analiza con paciencia cada una de estas señales; podrá observar que la gran mayoría se han cumplido y se están cumpliendo hoy durante nuestros días. Además, quisiera añadir otras dos señales que observo, el Señor dijo que: “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.” (LC. 17:26-30). Entonces aquí hay dos señales más: a. Será como en los días de Noe (días de incredulidad, violencia, y maldad), y b. Será como en los días de Lot (días de perversión y pecado).
Conclusión: quisiera que tengan bien presente que la segunda venida de Jesucristo está mas cerca hoy que nunca. Por esto te invito a estar preparado, para que su venida no te sorprenda. Para participar y ser parte del advenimiento de Cristo tenemos que ser: a. Santos (sin santidad nadie verá al Señor), b. Fieles (en todo), c. Diligentes o esforzados (no perezosos), d. Integrados a su iglesia, e. Dar Frutos (haciendo discípulos) etc. Muchas son las señales que estamos observando hoy; todo indica una cosa: Cristo viene ya. Apocalipsis dice que: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven…” (Ap. 22:17), y todos nosotros debemos anhelar y clamar al Señor diciendo: Ven Señor Jesús. Ahora, ¿estas preparado?
Dios les Bendiga.