Una constitución es un acuerdo de reglas de convivencia, es decir, una forma de pacto político y social. Se llama así porque integra, establece, organiza, constituye las normas que rigen a la sociedad de un país. Como su nombre lo sugiere, sirve para constituir un Estado, para organizarlo y ponerle límites al poder. Igualmente sirve para garantizar la dignidad de las personas.
Siguiendo ese concepto, en efecto la Constitución de la República de Panamá contiene las normas supremas que rigen a los ciudadanos dentro del territorio nacional; no obstante, esto no impide que la misma sea modificada e incluso totalmente reemplazada.
A saber, persigue varios objetivos, que podemos agrupar de la siguiente manera:
- Convoca, conjunta y ensambla a la sociedad de un país.
- Incluye a toda persona, grupo, sector, segmento, religión, identidad o cultura.
- Asegura la vida comunitaria, el orden, así como las libertades individuales y colectivas.
- Reconoce los derechos con los que nacen las personas y garantiza su cumplimiento.
- Organiza el ejercicio de los poderes del Estado para:
a) crear leyes, o sea el Poder Legislativo
b) aplicar esas leyes, función del Poder Ejecutivo
c) resolver los conflictos en la aplicación de esas leyes, de lo que se encarga el Poder Judicial
- Conjunta y ordena la interacción de los tres órganos del Estado, que son el Ejecutivo, el Legislativo, y el Judicial.
- Finalmente, busca la prevalencia de valores, principios, guías y normas de conducta, que son la suma de derechos y responsabilidades de cada habitante de un país.
Luego de aclarar el concepto, me ha parecido bien compartir con todos mis seguidores, mi posición sobre el tema de La Constituyente, que están promoviendo algunos que quieren agitar las aguas en nuestro país, para pescar en río revuelto y que a la vez están abrazando la mayoría de los partidos políticos (incluyendo a los nuevos), algunos independientes y aun algunos líderes religiosos, entre ellos algunos pastores cristianos. En mi opinión, la propuesta de la mencionada constituyente parte de algunas premisas que son falsas:
1. Que nuestra constitución no resiste otra reforma (parche), 2. Que es la única forma de erradicar la corrupción en los gobernantes y gobernados, 3. Que una nueva Constitución resolverá todos los problemas del país, y 4. Que necesitamos crear un Estado moderno.
ismo luego de su muerte comienza un proceso de degradación. Se trata de una descomposición (con sustancias que se van hinchando, luego secándose y pudriéndose), por la que los cuerpos lentamente se van transformando en formas menos complejas y más simples.
En la literatura y lingüística también se denomina corrupción a una situación que puede darse cuando una palabra es utilizada de forma diferente de la que establece su definición, está ocurriendo un fenómeno de corrupción lingüística.
De un modo u otro, la corrupción suele estar enmarcada en relaciones de poder entre los sujetos, sea en escala micro o macro, sea privada o pública.
Las relaciones de poder no se limitan al mundo de la política. Todos los ámbitos sociales donde existen jerarquías y/o recursos, tales como empresas, compañías, entes públicos, centros educativos o centros de reunión religiosa, pueden ser ocasión de actos de corrupción. La corrupción, por lo tanto, puede tratarse también de una depravación moral o simbólica.
II. Tipos de corrupción: a. Corrupción Política: La corrupción política se refiere a los actos delictivos cometidos por funcionarios y autoridades públicas que abusan de su poder e influencian a realizar un mal uso intencional de los recursos financieros y humanos a los que tienen acceso, anticipando sus intereses personales y/o los de sus allegados. b. Corrupción Empresarial: ( Según expertos este término hace referencia a delitos cometidos por una compañía o personas ligadas a ésta. Se le llama delito de cuello blanco porque la mayoría de personas que pueden actuar como o representar los intereses de una empresa son profesionales de cuello blanco; o crimen organizado, porque los delincuentes pueden usar las corporaciones para propósitos criminales como el lavado de dinero procedente del crimen). c. Corrupción Moral: Alguien con autoridad moral es quien se compromete con sus ideas y valores hasta sus últimas consecuencias, es una persona que intenta ser coherente y en consecuencia, no expresa contradicciones entre lo que hace y lo que dice. La corrupción moral es la fuente de todas las otras corrupciones, cuya raíz está en la formación de los valores humanos y sociales. Una persona moralmente corrupta es alguien que en su mente ha justificado que un acto que es “malo” sea justo y “correcto”. Si uno es moralmente corrupto, no tiene buena moral. La moral es nuestra comprensión de lo bueno y lo malo. Aquí es donde podemos observar que no todo el que acusa de corrupción es impoluto, y que el problema en nuestro país, es que los que hacen señalamientos de corrupción, son o pueden ser corruptos a su vez (incluyendo empresarios, clérigos, la mal llamada sociedad civil, algunos periodistas, organizaciones cívicas y por supuesto, algunos políticos que se venden como inmaculados). Ahora, volviendo a nuestro tema principal, partir de la premisa de que necesitamos una constituyente como única alternativa, significa algo así como borrón y cuenta nueva, partir desde cero, abolir la constitución actual, para crear algo nuevo, que aunque pudiera ser mejor, la verdad es que también puede ser peor; aquí es donde quiero aplicar al viejo adagio que dice: Más vale malo conocido que bueno por conocer” (es un refrán que llama a la cautela, pues afirma que no conviene arriesgar aquello que se tiene o se conoce por algo que es supuestamente mejor). Es aquí donde necesitamos ser prudentes y sabios y no dejarnos seducir por los cantos de sirenas (discursos elaborados con palabras agradables y convincentes, pero que esconden alguna seducción o engaño), de personas que fingiendo ser impolutas, señalan que la corrupción solo puede ser combatida con un cambio constitucional, para promover y obtener oscuros y mezquinos intereses, que nada tiene que ver con el bienestar del pueblo panameño. Nos quieren engañar indicándonos que la fiebre esta en la manta y no en las personas, o dicho de otro modo: Que la corrupción que vivimos, es por causa de la presente constitución, y no por causa de las personas. Cualquier persona con algo de sentido común, sabe que la corrupción está en el corazón del hombre, mas allá de cualquier norma constitucional. Pero, ¿ porqué entonces nos están presionando por una constituyente ? ¿ Será que nuestra actual constitución es absolutamente mala y una nueva constitución traerá decencia, honestidad y rectitud en la clase política, empresarial y en la sociedad en general ?. Además, ¿ qué podemos aprender de algunos países de América latina que han cambiado su constitución? Como dije al principio, grupos minúsculos pero poderosos económicamente, están tratando de agitar las aguas (caldear los ánimos) en la sociedad panameña para pescar en rio revuelto (para promover y aprobar intereses mezquinos y ocultos).
Ninguna constitución en ningún país es perfecta, es por esa razón que cada nación la puede ir perfeccionando, modificando o renovando, mediante lo que todos conocemos como reformas constitucionales (que es en principio con lo que yo estoy de acuerdo); es decir, si nuestra constitución requiere ser fortalecida o modernizada, lo podemos hacer a través de la cantidad de reformas que sean necesarias. Es falso ese argumento jalado por los cabellos de que nuestra constitución no resiste una reforma (un parche) más. Esta es una mentira que se ha repetido mil veces para tratar de convertirla en una verdad que es demasiado relativa. En mi opinión personal, necesitamos algunas reformas para crear la independencia económica del órgano judicial, para establecer verdaderas funciones a la figura del gobernador y elegirlo a través de los votos, y un cambio también en la forma de elegir a nuestros diputados (aunque también creo que también el órgano legislativo necesita independencia económica). Pero no por esto pienso que debamos eliminar nuestra actual constitución, que aunque imperfecta, ha sido la base para la administración, desarrollo y crecimiento de nuestra nación. Aún cuando pueda ver cosas malas en nuestra constitución, me atrevo a asegurar que la mayoría son buenas, correctas, aceptables, morales y normales; y eso ha permitido al país convertirse en una de las sociedades de mayor desarrollo económico en América latina. Por otra parte, ¿ cómo están algunas de nuestras naciones hermanas que cambiaron su constitución como: Bolivia, Ecuador o Venezuela ? Su experimento (porque eso es el cambio de la constitución, un experimento) es cuestionable y sus experiencias catastróficas (son un desastre y están mucho peor que cuando tenían su antigua constitución). El caso mas lamentable, Venezuela, que hoy daría cualquier cosa por dar marcha atrás y volver a su antigua constitución, que les permitía ser un país prospero, aún en medio de la corrupción que existía. Pero grupos comunistas, de la izquierda radical, feministas, el grupo LGTB, abortistas, ateos, satanistas, abogados inescrupulosos, etc., son los que en principio están a favor de cambiar nuestra Carta Magna, con una agenda oculta, que busca imponer en nuestra nación la ideología de genero, promover el aborto, legalizar drogas como la marihuana, legalizar el matrimonio homosexual, adoctrinar y pervertir a nuestros niños, perseguir a la iglesia, etc.; no nos llamemos a engaños, estos son los principales promotores de la constituyente, engañando al pueblo como lo hace un ilusionista (vendiendo una ilusión) que al final del camino es falso y nefasto para la sociedad en general. No ignoremos que en nuestra constitución está consignado que nuestro país tiene principios cristianos y esto es algo que ellos también quieren erradicar. Estos grupos están impregnados de corrupción, pero acusan a otros de corrupción, se parecen al grupo de personas que sorprendieron a una mujer en el acto mismo del adulterio en la biblia y que estaban dispuestos a juzgar y condenar ( arrojar piedras ) a la mujer por su adulterio (corrupción), pero pretendiendo ignorar la verdadera condición (de corruptos) de todos ellos, por lo que Jesús les confrontó cuando les dijo: el que de vosotros este libre de pecados, sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Juan 8:3-9; estos grupos son tiradores de piedra (acusadores inmorales) que pretenden arrastrar al pueblo en su maldad e hipocresía; llaman a lo bueno malo y a lo malo bueno como dijo Isaías en el capitulo 5, y no hay en ellos amor por la patria, ni por el prójimo, sino que están llenos de maldad, odio, avaricia y aberraciones antinaturales. Entiendo muy bien que generalizar no es bueno, y que entre los que quieren una nueva constitución puede haber gente decente, pero estoy generalizando para mostrar su origen y esencia. También debo advertir que estoy en contra de la corrupción, en todas sus formas, y que lo condeno al igual de todos los ciudadanos decentes de nuestra sociedad, aunque tampoco ignoro qué ningún país del mundo escapa de los tentáculos de la corrupción .
De ser aprobada en Panamá una nueva constitución, se pregunta usted, ¿ quienes conformarían los grupos de los constitucionalistas ? Les responderé, todos los representantes de los grupos arriba mencionados ( algunos de los abogados de las grandes firmas que quieren legalizar el matrimonio gay, políticos que ya han sido tildados de corruptos, miembros del grupo LGTB, feministas, ateos, promotores del aborto, etc.) ¡Dios nos guarde!.
Finalmente quiero señalar lo que Jesucristo dijo de su iglesia: Vosotros sois la luz del mundo y la sal de la tierra, Mateo 5:14; y cómo luz debemos resplandecer y proyectar la verdad y a Jesucristo en este planeta. Por supuesto que detrás de cada acción física hay un origen espiritual y que por lo tanto como iglesia debemos orar para que Dios nos libre, pero también como hijos de Dios, necesitamos ser valientes y alzar la voz para anunciar y advertir el peligro inminente en que estamos, creando consciencia en medio del pueblo
Al respecto debo decir algunas cosas:
I. Significado de Corrupción: La corrupción se refiere, en una primera instancia, a algo que se ha echado a perder, que pasa a un estado de pudrición o perversión, alterándose las propiedades básicas y pasando a ser mucho más turbias y negativas. El término proviene de la combinación de dos palabras en latín: romper y corazón. Ese sentido metafórico significa justamente la pérdida de la esencia de un objeto o valor. Existen dos grandes acepciones del término: una hace referencia a la pudrición de algo, en tanto que la otra asume una forma más simbólica, para aludir a las relaciones humanas, especialmente a las relaciones de poder.
En primer lugar, un organismo luego de su muerte comienza un proceso de degradación. Se trata de una descomposición (con sustancias que se van hinchando, luego secándose y pudriéndose), por la que los cuerpos lentamente se van transformando en formas menos complejas y más simples.
En la literatura y lingüística también se denomina corrupción a una situación que puede darse cuando una palabra es utilizada de forma diferente de la que establece su definición, está ocurriendo un fenómeno de corrupción lingüística.
De un modo u otro, la corrupción suele estar enmarcada en relaciones de poder entre los sujetos, sea en escala micro o macro, sea privada o pública.
Las relaciones de poder no se limitan al mundo de la política. Todos los ámbitos sociales donde existen jerarquías y/o recursos, tales como empresas, compañías, entes públicos, centros educativos o centros de reunión religiosa, pueden ser ocasión de actos de corrupción. La corrupción, por lo tanto, puede tratarse también de una depravación moral o simbólica.
II. Tipos de corrupción: a. Corrupción Política: La corrupción política se refiere a los actos delictivos cometidos por funcionarios y autoridades públicas que abusan de su poder e influencian a realizar un mal uso intencional de los recursos financieros y humanos a los que tienen acceso, anticipando sus intereses personales y/o los de sus allegados. b. Corrupción Empresarial: ( Según expertos este término hace referencia a delitos cometidos por una compañía o personas ligadas a ésta. Se le llama delito de cuello blanco porque la mayoría de personas que pueden actuar como o representar los intereses de una empresa son profesionales de cuello blanco; o crimen organizado, porque los delincuentes pueden usar las corporaciones para propósitos criminales como el lavado de dinero procedente del crimen). c. Corrupción Moral: Alguien con autoridad moral es quien se compromete con sus ideas y valores hasta sus últimas consecuencias, es una persona que intenta ser coherente y en consecuencia, no expresa contradicciones entre lo que hace y lo que dice. La corrupción moral es la fuente de todas las otras corrupciones, cuya raíz está en la formación de los valores humanos y sociales. Una persona moralmente corrupta es alguien que en su mente ha justificado que un acto que es “malo” sea justo y “correcto”. Si uno es moralmente corrupto, no tiene buena moral. La moral es nuestra comprensión de lo bueno y lo malo. Aquí es donde podemos observar que no todo el que acusa de corrupción es impoluto, y que el problema en nuestro país, es que los que hacen señalamientos de corrupción, son o pueden ser corruptos a su vez (incluyendo empresarios, clérigos, la mal llamada sociedad civil, algunos periodistas, organizaciones cívicas y por supuesto, algunos políticos que se venden como inmaculados). Ahora, volviendo a nuestro tema principal, partir de la premisa de que necesitamos una constituyente como única alternativa, significa algo así como borrón y cuenta nueva, partir desde cero, abolir la constitución actual, para crear algo nuevo, que aunque pudiera ser mejor, la verdad es que también puede ser peor; aquí es donde quiero aplicar al viejo adagio que dice: Más vale malo conocido que bueno por conocer” (es un refrán que llama a la cautela, pues afirma que no conviene arriesgar aquello que se tiene o se conoce por algo que es supuestamente mejor). Es aquí donde necesitamos ser prudentes y sabios y no dejarnos seducir por los cantos de sirenas (discursos elaborados con palabras agradables y convincentes, pero que esconden alguna seducción o engaño), de personas que fingiendo ser impolutas, señalan que la corrupción solo puede ser combatida con un cambio constitucional, para promover y obtener oscuros y mezquinos intereses, que nada tiene que ver con el bienestar del pueblo panameño. Nos quieren engañar indicándonos que la fiebre esta en la manta y no en las personas, o dicho de otro modo: Que la corrupción que vivimos, es por causa de la presente constitución, y no por causa de las personas. Cualquier persona con algo de sentido común, sabe que la corrupción está en el corazón del hombre, mas allá de cualquier norma constitucional. Pero, ¿ porqué entonces nos están presionando por una constituyente ? ¿ Será que nuestra actual constitución es absolutamente mala y una nueva constitución traerá decencia, honestidad y rectitud en la clase política, empresarial y en la sociedad en general ?. Además, ¿ qué podemos aprender de algunos países de América latina que han cambiado su constitución? Como dije al principio, grupos minúsculos pero poderosos económicamente, están tratando de agitar las aguas (caldear los ánimos) en la sociedad panameña para pescar en rio revuelto (para promover y aprobar intereses mezquinos y ocultos).
Ninguna constitución en ningún país es perfecta, es por esa razón que cada nación la puede ir perfeccionando, modificando o renovando, mediante lo que todos conocemos como reformas constitucionales (que es en principio con lo que yo estoy de acuerdo); es decir, si nuestra constitución requiere ser fortalecida o modernizada, lo podemos hacer a través de la cantidad de reformas que sean necesarias. Es falso ese argumento jalado por los cabellos de que nuestra constitución no resiste una reforma (un parche) más. Esta es una mentira que se ha repetido mil veces para tratar de convertirla en una verdad que es demasiado relativa. En mi opinión personal, necesitamos algunas reformas para crear la independencia económica del órgano judicial, para establecer verdaderas funciones a la figura del gobernador y elegirlo a través de los votos, y un cambio también en la forma de elegir a nuestros diputados (aunque también creo que también el órgano legislativo necesita independencia económica). Pero no por esto pienso que debamos eliminar nuestra actual constitución, que aunque imperfecta, ha sido la base para la administración, desarrollo y crecimiento de nuestra nación. Aún cuando pueda ver cosas malas en nuestra constitución, me atrevo a asegurar que la mayoría son buenas, correctas, aceptables, morales y normales; y eso ha permitido al país convertirse en una de las sociedades de mayor desarrollo económico en América latina. Por otra parte, ¿ cómo están algunas de nuestras naciones hermanas que cambiaron su constitución como: Bolivia, Ecuador o Venezuela ? Su experimento (porque eso es el cambio de la constitución, un experimento) es cuestionable y sus experiencias catastróficas (son un desastre y están mucho peor que cuando tenían su antigua constitución).
El caso mas lamentable, Venezuela, que hoy daría cualquier cosa por dar marcha atrás y volver a su antigua constitución, que les permitía ser un país prospero, aún en medio de la corrupción que existía. Pero grupos comunistas, de la izquierda radical, feministas, el grupo LGTB, abortistas, ateos, satanistas, abogados inescrupulosos, etc., son los que en principio están a favor de cambiar nuestra Carta Magna, con una agenda oculta, que busca imponer en nuestra nación la ideología de genero, promover el aborto, legalizar drogas como la marihuana, legalizar el matrimonio homosexual, adoctrinar y pervertir a nuestros niños, perseguir a la iglesia, etc.; no nos llamemos a engaños, estos son los principales promotores de la constituyente, engañando al pueblo como lo hace un ilusionista (vendiendo una ilusión) que al final del camino es falso y nefasto para la sociedad en general. No ignoremos que en nuestra constitución está consignado que nuestro país tiene principios cristianos y esto es algo que ellos también quieren erradicar. Estos grupos están impregnados de corrupción, pero acusan a otros de corrupción, se parecen al grupo de personas que sorprendieron a una mujer en el acto mismo del adulterio en la biblia y que estaban dispuestos a juzgar y condenar ( arrojar piedras ) a la mujer por su adulterio (corrupción), pero pretendiendo ignorar la verdadera condición (de corruptos) de todos ellos, por lo que Jesús les confrontó cuando les dijo: el que de vosotros este libre de pecados, sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Juan 8:3-9; estos grupos son tiradores de piedra (acusadores inmorales) que pretenden arrastrar al pueblo en su maldad e hipocresía; llaman a lo bueno malo y a lo malo, bueno, como dijo Isaías en el capitulo 5, y no hay en ellos amor por la patria, ni por el prójimo, sino que están llenos de maldad, odio, avaricia y aberraciones antinaturales. Entiendo muy bien que generalizar no es bueno, y que entre los que quieren una nueva constitución puede haber gente decente, pero estoy generalizando para mostrar su origen y esencia. También debo advertir que estoy en contra de la corrupción, en todas sus formas, y que lo condeno al igual de todos los ciudadanos decentes de nuestra sociedad, aunque tampoco ignoro qué ningún país del mundo escapa de los tentáculos de la corrupción .
De ser aprobada en Panamá una nueva constitución, se pregunta usted, ¿ quiénes conformarían los grupos de los constitucionalistas ? Les responderé, todos los representantes de los grupos arriba mencionados ( algunos de los abogados de las grandes firmas que quieren legalizar el matrimonio gay, políticos que ya han sido tildados de corruptos, miembros del grupo LGTB, feministas, ateos, promotores del aborto, etc.) ¡Dios nos guarde!.
Finalmente quiero señalar lo que Jesucristo dijo de su iglesia: Vosotros sois la luz del mundo y la sal de la tierra, Mateo 5:14; y cómo luz debemos resplandecer y proyectar la verdad y a Jesucristo en este planeta. Por supuesto que detrás de cada acción física hay un origen espiritual y que por lo tanto como iglesia debemos orar para que Dios nos libre, pero también como hijos de Dios, necesitamos ser valientes y alzar la voz para anunciar y advertir el peligro inminente en que estamos, creando consciencia en medio del pueblo