“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. (Hch. 2:43)
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”: (Hch. 2:46-47).
“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mt. 24:13). “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias…(Col. 4:2)
En el escrito de hoy, quiero compartir, sobre la perseverancia, como medio para alcanzar las bendiciones de Dios.
Es importante señalar la definición de perseverar que es: la capacidad de insistir o permanecer en aquello en lo que se trabaja, cree, o espera. Mantnerse constante en la realización o continuación de lo comenzado, en una actitud o en una acción. Durar permanentemente en algo.
La perseverancia es un principio fundamental en el camino de la fe. La verdad es que nuestra fe es la que nos da la capacidad de permanecer en la esperanza de la promesa de Dios. Veamos algunos ejemplos en la palabra de Dios.
A. Noé: “Por la fe Noé cuando fue advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase, y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de justicia que viene por la fe”. (He. 11:7). Dios habló a Noé ordenandole construir un arca, instruyendolo sobre: la clase de madera, los aposentos del arca, la longitud, la anchura, los pisos, la puerta y ventana, los animales que tendría que buscar, etc. Es prácticamente imposible para nuestra mente, el imaginar la paciencia, determinación y fe que necesito, Noé para lograr esta magna tarea. Noé tendría que resistir , la fatiga, el cansancio, sueño, las burlas de las personas, el desánimo, etc. No obstante, para concluir con esta labor, Noé necesitó perseverar en la palabra de Dios.
B. Abram: Que mas tarde sería Abraham, recibió promesas de Dios: “Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”. Gn. 12:2 El Señor llamó a Abram y le dio promesas de bendiciones. Sin embargo, él enfrenta luchas, pruebas, adversidades y sin sabores; él necesitó perseverar en la promesa del Altísimo. Años pasarían sin obtener la bendición de un hijo; y con su cuerpo “ya casi muerto” (He. 11:12) permaneció creyendo a Dios, hasta ver el milagro de un hijo. Tiempo faltaría para hablar de Moisés, Josué, Caleb, David, Elías, Eliseo, Daniel, etc. Los cuales todos tuvieron que insistir y esperar en la visión de Dios, para ellos. Ahora para perseverar necesitamos:
I. Paciencia: Generalmente cuando hacemos petición a Dios, o recibimos promesas de él esperamos que responda o se cumpla prontamente. El factor tiempo es enemigo de la perseverancia, aún cuando debe ser su aliado. Muchas veces, en el transcurrir del tiempo, pareciera que Dios no nos atiende, o está lejos de nosotros, o tal vez nos equivocamos al oir su voz y nos desanimamos por causa de nuestra prisa y abandonamos nuestra actitud de fe, ignorando que la Biblia dice: “Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios (la perseverancia), obtengáis la promesa” (He. 10:36). La paciencia nos ayudará a perseverar en Dios.
II. Fe: Creer a nuestro Dios a pesar de las adversidades. Cuando no hay fe genuina, no se persevera en la promesa. Hay que diferenciar nuestra fe, de nuestras emociones; al venir los vientos o tempestades, muere la promesa por falta de fe. Nadie en este mundo, podrá perseverar sin fe. Este principio es indispensable para la salvación del hombre; por lo que aparece enseñado en la Sagradas Escrituras. Yo puedo asegurar enfáticamente que: sin fe no hay perseverancia; y sin perseverancia muere la fe. Van tomados de la mano (la fe y la perseverancia). Se necesitan el uno al otro. Este principio lo observamos en la salvación, cuando el Señor declaró que: “el que perseveré hasta el fin, éste será salvo. (Mt. 10:22). Todo creyente para ser salvo tendrá que permanecer (perseverar) en Cristo (en santidad). Tu fe es la que te ayuda a perseverar. Perseveremos fielmente porque nuestro Señor Jesucristo viene otra vez. (Amén).
III. Esfuerzo: Siempre recibiremos ataques del enemigo que demandarán paciencia, fe, pero también esfuerzo, es decir, ir más alla de lo normal o esperado. El esfuerzo que nos ayuda a perseverar consta de: 1. La oración: ‘Ir delante de Dios suplicando o rogando su misericordia. La oración no es una práctica agradable a la carne, por eso demanda esfuerzo.
2.Los ayunos: es básicamente la abstinencia de alimentos por un tiempo determinado, para lograr algún fin.
3.Las Vigilias: Permanecer despiertos para buscar el rostro de Dios.
4.La lectura o meditación de la Palabra de Dios: Su palabra nos alienta y nos impulsa a seguir adelante. Todas estas prácticas son armas poderosas, que requieren de esfuerzo, para así ver la Gloria de Dios.
IV- Determinación: Voluntad firme de realizar algo. Es trabajar en base a una meta y no desmayar hasta lograr algo. La Biblia dice: Determinarás asimismo una cosa, y te será firme… (Job. 22:28). Una persona con determinación será una persona que persevera. Un ejemplo bíblico de determinación esta en la vida de Daniel quien se propuso (determinó) en su corazón no contaminarse con una comida que afectaba su relación con Dios. (Dn. 1:8).
Al principio de este escrito leímos sobre la actitud de la primera Iglesia:
a.. Perseveraban unánimes cada día en el templo. b…Perseveraban en la doctrina de los apóstoles. c. Perseveraban en el partimiento del pan. d.. Perseveraban en las oraciones. e.. Perseveraban en la comunión unos por otros.
A. Perseveraban unánimes cada día en el Templo: (Hch. 2:46. ) La Biblia no dice que se congregaban tres o dos días por semana. Quiero insistir, en que usted observe que la palabra del Señor no dice que ellos se “congregaban” en el templo; sino que “perseveraban” cada día (todos los días)en el templo. Entonces, nosotros no debemos congregarnos en el templo; sino perseverar en el templo. Quiera Dios que algún día, tengamos cultos cada día en el templo. Congregarse es reunirse; mientras que perseverar es insistir o permanecer en la casa de Dios. Una de las señales de un poderoso avivamiento en una iglesia, es cuando la congregación comienza a perseverar cada día en el templo. Todos los hermanos que han venido a participar de la hora del incienso (6:00 p.m. – 7:00 p.m.), estarán de acuerdo conmigo, en que es una experiencia agradable y hermosa, estar todos los días delante de Dios en su casa.
B. Perseveraban en la doctrina de los apóstoles: (Hch. 2:42. En otras palabras: Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles. La iglesia estaba segura de que la instrucción de los apóstoles era la voluntad de Dios. Esta enseñanza (doctrina) se basaba en: 1. La proclamación del evangelio de Cristo. 2. La santidad en la vida del hombre. 3. El servicio a Dios (por medio de los diferentes dones y ministerios). 4. La segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Como en los días de ayer, hoy, la iglesia necesita perseverar en la doctrina de los apóstoles.
C. Perseveraban en las oraciones: Una iglesia poderosa, es una iglesia de oración. Una iglesia que crece y se multiplica, es una iglesia de oración. La oración es un factor determinante en el avance de la obra de Dios. La primera iglesia, es conocida por ser una iglesia de oración. En la medida que esta iglesia (C. M. Bendición) perseveré en oración: las almas se salvarán y se multiplicaran, milagros ocurrirán, el Espíritu Santo nos llenará; en fin todos veremos la Gloria de Dios.
D. Perseveraban en la comunión unos con otros: Esto habla sencillamente del amor, y la unidad que había en ella. Al igual que la oración, la iglesia de Jesucristo necesita unidad. El Señor Jesús dijo que: “…toda casa dividida contra si misma no permanecerá”. (Mt. 12:25). Es necesario mantener la oración, congregación, enseñanza, y la unidad en la iglesia; porque en Cristo Jesús todos somos un solo cuerpo. (Amén).
Amados Hermanos: Una persona que no persevera en la fe, en la doctrina de los apóstoles, en las oraciones, en el partimiento del pan y en la comunión de unos con otros, es una persona INESTABLE espiritualmente hablando y por lo tanto manejable por parte del Diablo y del mundo. Tengo que aceptar con profundo pesar que al menos la mitad de los miembros de esta congregación, son creyentes que no entienden lo que es perseverar en Cristo y en su palabra, y por lo tanto actuan carnalmente, con dudas y sin crecimiento, ignorando que solo serán salvos si aprenden a perseverar. Dios nos está llamando a perseverar en él. Vamos a perseverar en el templo (nuestra congregación diaria) (Amén), vamos a perseverar en mi discípulo (Amén); vamos a perseverar en la la oración ( y todos los cultos de oración, ayunos y vigilias (Amén), vamos a perseverar en la santidad, (Amén), vamos a perseverar en la unidad; es decir, perseveremos todos en la voluntad de Dios (amén); sí, seamos fieles al Señor; Perseveremos.