Los ataques a las iglesias de EE.UU han aumentado constantemente durante los últimos años, según detalla uno de los informes sobre persecución cristiana, los cuales instan a las autoridades a proteger todos los lugares de culto debido al nivel de violencia creciente.
El Departamento de Seguridad Nacional ha presionado a otros para que esa labor se pueda llevar a cabo, empezando por el nombramiento de 25 líderes religiosos miembros de un nuevo “Consejo Asesor Religioso”, con el que se coordinará la información que se consideren amenazas para las iglesias.
Las fiestas navideñas son el principal foco para que las iglesias sufran todo tipo de atentados además de otras concentraciones como desfiles, para justificar o realizar actos violentos, según explicó el Sistema Nacional de Asesoramiento sobre Terrorismo del DHS.
Además de las instituciones religiosas, que son el principal objetivo y el más potencial en cuanto a ataques, también está la comunidad LGBT, escuelas y otras minorías religiosas.
Alrededor de 4200 actos hostiles contra las iglesias se han cometido desde enero de 2018 hasta septiembre de este año, los cuales incluyen vandalismo, incendios provocados, amenazas de bombas, percances con armas y otros.