Sed Agradecidos

“Sobre Todo, vestíos de amor, es el vinculo perfecto. Y la paz de Dios Gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un lo cuerpo y sed agradecidos”. Col. 3:15.

¿Cómo y por qué debemos agradecer a Dios por todas las cosas? El agradecimiento no es más que el sentimiento o muestra de gratitud por algo recibido e inmerecido. Es el reconocimiento de un favor o beneficio que se nos ha hecho o dado. A pesar de que no hemos alcanzado todas las cosas que queremos, tenemos razones de sobra para estar agradecidos con nuestro buen Dios. No debemos cometer el error del pueblo de Israel, que no consideraron su liberación de la esclavitud de Egipto, y tampoco agradecieron que durante su peregrinación por el desierto: a) Sus vestidos no se envejecieron, b) Sus calzados no se gastaron, c) No se hincharon sus pies, d) Nunca se acostaron con hambre, e) No hubo plaga, ni enfermedades entre ellos, f) Ningún enemigo les pudo hacer daño, g) No les falto el agua, h) Dios siempre estuvo con ellos. Al no tener estas razones en cuenta, no lo agradecieron, antes, murmuraron y se quejaron por las cosas que no tenían (Dios nos libre). Ahora para ser agradecidos con Dios debemos:

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I. Tener fe: La Biblia dice: …pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan (He. 11:6). La fe es indispensable para que un creyente pueda tener un corazón agradecido. Uno de los problemas del pueblo de Israel en el pasado fue su falta de fe. Quién quiera que tenga fe, vivirá agradecido eternamente con nuestro creador. Para agradecer algo a Dios, hay que creer primero que Dios nos da ese algo, y para creer esto, hay que estar conscientes de la realidad de la existencia de Dios. Cuando alguien ignora la intervención de Dios en su vida y piensa que lo que ha alcanzado lo tiene por merito propio, (voluntad, fuerza, inteligencia, estudios, trabajo, etc.) entonces, tiene la tendencia a no ser agradecido (o ser un mal agradecido) y esto da a luz actitudes pecaminosas como el ego, el orgullo y la vanidad.

II. Consciencia (de las dádivas de Dios): Es decir, saber qué cosas Dios me ha regalado. Son innumerables las cosas que Dios nos ha obsequiado, y solo quiero mencionar algunas: 1 La Salvación: Si algo debemos agradecer al Señor es la salvación de nuestras almas. Gracias a Dios por Jesucristo. Aun cuando no alcancemos nada en esta tierra, la salvación que Dios nos da es suficiente para vivir agradecidos con Él por siempre. 2  La Familia: Independientemente de los problemas que existan en nuestra familia, debemos dar gracias a Dios por ella. Los hijos deben dar gracias a Dios por sus padres,(buenos o malos), los padres por los hijos, el esposo por su esposa, etc. Nuestra familia es un don de Dios (Amén). 3 La  Salud: Solo cuando alguién se enferma es cuando valora verdaderamente su salud. Al pensar en la gran cantidad de personas que quisieran estar hoy con nosotros, pero que por causa de una enfermedad no pueden, entonces, tendremos que dar gracias a Dios por nuestra salud y la de nuestros familiares. 4  Casas: Cuanta gente en el mundo no tienen un techo para dormir. 5 Alimentos: En muchos países el hambre es el mal principal que los agobia, y en Panamá hay abundancia de pan. 6 Vestidos. 7 Empleo: Aun cuando su salario sea bajo, el hecho de tener empleo es un motivo de agradecimiento. 8 La Libertad: Algo que parece tan simple como la libertad, debe ser valorada; tenemos no solo libertad física, sino también de pensamiento, palabra, acción y culto; en algunos países como Irán, Afganistan, Cuba o China las personas no tienen libertad de culto, y no pueden participar públicamente de una reunión como esta (un culto), porque serian sancionados por la ley. 9 El país donde vivimos y nacimos: Con sus virtudes y defectos es una nación bienaventurada, porque nuestro Dios es Jehová. Sal. 33:12. Este es un país amante de la paz y aunque algunos lo nieguen, es un país de oportunidades para el que las sepa aprovechar. Al observar nuestras tierras, mares, flora, fauna, canal, iglesias, etc. tenemos que dar gracias a Dios por nuestra nación. 10 La Iglesia: No puedo dejar por fuera a la iglesia de Jesucristo. Al referirme a ella, lo hago en dos direcciones: a) Sus miembros: Apóstoles, profetas, pastores, maestros, evangelistas, músicos, ujieres, diáconos, lideres y todos en general; b) Sus templos: Gracias a Dios, que tenemos un lugar donde congregarnos y así recibir la palabra de Dios, adorarle, alabarle, orar y servirle. Definitivamente que el templo es un lugar por el cual todos debemos estar, agradecidos con Dios y que tenemos aprovechar. En fin, son múltiples las razones para vivir agradecidos con Dios por todo lo que nos ha dado durante este año, solo necesitamos ser conscientes de su amor y de sus bendiciones.

III. Valorar: No es solo reconocer las bendiciones de Dios, es cuidarlos y valorarlos. Saber, sentir, admirar, apreciar y disfrutar todas estas dadivas. Todo lo que Dios nos da, no es por que lo merecemos, sino que es por su infinito Amor y Misericordia. Una persona  que valora, da gracias por lo que Dios ha hecho, por y en ella. Pero ¿Cómo podemos ser realmente agradecidos con Dios? La respuesta se encuentra en tres aspectos fundamentales. 1 Ser fieles: A pesar de lo que sea (pruebas, enfermedades, sufrimientos, perdidas, etc.). Dios espera que seamos siempre fieles a El, porque creemos en El, le amamos, y valoramos. 2 Sirviéndole: Es una de las mejores formas de agradecer el amor y la misericordia de Dios. En nuestro servicio a Dios, nos ponemos a su disposición para hacer lo que El quiera que hagamos. Un Corazón agradecido es un corazón que sabe servir a Dios; 3 Compartiendo nuestras bendiciones con él y con nuestro prójimo (ofrendándo): Otra forma de agradecer a Dios, es despojarnos de los bienes materiales y ofrendarlo al Señor en su casa (iglesia). Un corazón mezquino, es un corazón mal agradecido. Cuando nos cuesta dar a Dios, es que no sentimos gratitud realmente. Les daré un ejemplo de corazones agradecidos: la Biblia dice: Cuando pasó el día de reposo Maria magdalena, Maria la madre Jacobo y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana el primer día de la semana vinieron al sepulcro, ya salido el sol (Mr. 16:1-2). Estas fueron tres mujeres, que a pesar de estar muerto Jesús, (crucificado) sentían agradecimiento en su corazón por lo que El había hecho en y por ellas. De Maria magdalena había echado siete demonios (Mr. 16:9), y ¿Cuál fue el resultado? a) fueron fieles: Fueron al sepulcro de su Señor, b) Querían servirle: La palabra de Dios dice que fueron allí para ungirle y c) Ofrendaron, compartieron lo que tenían:  La Palabra de Dios dice que compraron (de su dinero) especias aromáticas (para su Señor ).  Lo ve usted?  Otro ejemplo: Yendo Jesús a Jerusalén pasaba entre Samaria y Galilea.  Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio les dijo: id, mostraos a los sacerdotes.  Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.  Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz y se postró en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.  Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde esan? Y le dijo: levántate, vete, tu fe te ha salvado.  Lc. 17:11-19.

En conclusión: Pudo usted observar que agradecer es realmente dar gloria a Dios.  Eso es lo que aprendemos de la historia de los 10 leprosos.  Otra lección que puedo aprender de aquí es que la mayoría de las personas son desagradecidos.  De diez, nueve no volvieron a dar las gracias (un 90%).  Solo uno volvió para agradecer al Señor.   Dios nos está hablando a todos ahora mismo.  Lo mismo ocurrió en el caso de las tres mujeres que fueron al sepulcro, muchas fueron las personas que recibieron milagros y beneficios del Señor Jesús, pero solo tres mujeres fueron agradecidas al momento de su muerte.  Ahora,  lo bueno de todo sabe usted ¿qué es?  Que el agradecimiento tiene recompensa.  El Señor Jesús recompensó al leproso que volvió, con la vida eterna, mientras que los otros nueve no recibieron la verdadera bendición de Dios, se conformaron con poca cosa y se comportaron infiel y mezquinamente.  Seamos agradecidos con nuestro Dios. Demos gracias por todo lo que Él ha hecho con y por nosotros durante este año de Repartición.  Seamos fieles al Señor. Sirvamos todos a Dios. Compartamos con El lo que nos ha dado.

Dios le bendiga.

Rev. Leonardo Bailey

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