¿Tibio?

Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16)

La definición correspondiente a este vocablo es que no está ni caliente ni frío, templado. Es una temperatura intermedia, que tiene algo de subjetivo, por eso no es un término científico sino más bien coloquial.

De esta manera se designa como algo que está entre dos valores que son frío y caliente.

Pero también puede significar que es una persona con creencias, ideas, o fe poco ferviente. En este sentido son quienes actúan de manera medida, moderada, sin pasión alguna.  En algunos casos, se puede considerar que detrás de esa manera de actuar se esconde cierta incapacidad para resolver o innovar en ciertas situaciones, para exponerse, decidirse, y sortear el miedo y la inseguridad. Otro termino que se utiliza para describir a una persona tibia, es Neutral, o Neutro:  un individuo, una persona, se dice que es neutro, lo que se está queriendo referir es que es indiferente, que no toma partido en ningún aspecto o cuestión sobre la que se lo consulte o en el cual le toque intervenir. 

Que no está a favor de uno, ni en contra de otro, no interviene en la guerra promovida por otros; que no toma parte directa ni indirectamente en un conflicto espiritual, moral físico, familiar, nacional e internacional, etc. manteniendo así la imparcialidad.

 Cuando Jesús escribe a la iglesia de Laodicea, utiliza una especie de clasificación de personas en base a la temperatura de cada uno delante de Dios. La iglesia (o el creyente) puede ser: a. Frío, b. Caliente y c. Tibio. (Debo aclarar que cualquiera de estas temperaturas se adquiere por decisión propia, o mejor dicho, por elección voluntaria).

A. Los Fríos:  Son las personas que no han conocido a Dios o tal vez lo han conocido pero ya no sienten nada; nada los toca. A tales, tampoco les interesa cambiar su estilo de vida; se sienten bien dónde y cómo están. A ellos no se les puede llamar Cristianos, son impíos, son muertos espirituales y por eso su temperatura es totalmente fría.

B. Calientes: Son los que ponen a Dios y su Palabra en primer lugar.  Los cristianos calientes se dejan guiar por el Espíritu Santo. Caminan con sus pies sobre la tierra, pero con sus ojos en Dios; quieren ser como Jesús. Son los que oyen la Palabra y la obedecen. Producen frutos: a. Sirviendo a Dios, b. Testificando de Cristo en y con sus vidas, c. Tienen una relación con Dios mediante la oración, d. Se congregan fielmente, e. Son verdaderos adoradores, f. Viven en santidad, g. Aman al prójimo, h. Ofrendan y Diezman regularmente, etc. Su mayor motivación para servir y estar en el altar, es su amor a Dios. Sencillamente es alguien que tiene un Compromiso con Dios, por elección propia.

C. Los Tibios: Son los que no son ni fríos, ni calientes; no están con Dios, ni con el diablo; no están en Cristo, ni en el mundo.   Las personas que están en ese grupo no comprenden que ya se han distanciado de Dios y ya no forman parte de Su Reino. Ellas poseen una falsa sensación de bienestar. Todo parece estar tranquilo, mientras sus vidas se acercan al abismo Eterno. Tienen una mente religiosa y piensan que agradan a Dios porque no fuman, fornican, o adulteran. Viven con una temperatura intermedia que le provoca nauseas al Señor. Entonces veamos las características del creyente Tibio

No tienen un compromiso con Dios:  no le sirven, (ni en el Templo, ni fuera de él) no testifican de Él, ni viven en santidad. Observe que lo primero que el Señor Jesús dijo a la iglesia de Laodicea es: Yo conozco tus obras: las obras tienen que ver con lo que somos y lo que hacemos para Dios.

No adoptan una posición Vertical o Radical contra el mundo y el Pecado: Jesús dijo: El que no es conmigo, contra mí es, y el que conmigo no recoge, derrama. (Mt. 12:30). La descomposición moral y espiritual que sufre el mundo ante la inminente venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, exige que el creyente adopte una posición y alce su voz (y que escriba), ante temas muy puntuales como: el aborto, el matrimonio Homosexual, la adopción de niños por parejas gay, la legalización de drogas como la marihuana, el abuso infantil, el divorcio, etc. Sin embargo, una gran cantidad de creyentes prefieren pasar por neutrales (Tibios) o moderados, ignorando que el silencio es siempre cómplice de las malas obras. Para ellos la opinión de la gente es más importante que la de Dios, siempre están pendientes del qué dirán, y de las apariencias. No tienen definidos los principios y valores del cristianismo, y acarician lo inmoral con su tolerancia. Prefieren mirar hacia el otro lado, cuando hay que definir la fe. Para ellos la iglesia es una especie de club social, donde asisten para sentirse bien y aparentar una vida cristiana.

No tienen una relación íntima con Dios: Su relación más bien es a la distancia, no oran, ayunan, ni se congregan fielmente. Tienen una especie de apatía y pereza espiritual, y son incapaces de sentir arrepentimiento por su temperatura espiritual, que es pecado.

No Testifican de Cristo: Son como agentes de Dios, pero encubiertos, ya que sus vidas y sus acciones no dan testimonio de Dios, y evitan hablar o escribir del evangelio, la Fe, o La Palabra de Dios. La evangelización o el discipulado no es parte de sus vidas. Son cristianos en el Templo, pero cuando están fuera parecen mundanos. No testifican de Cristo con su actuar, hablar, ni con su vestir. No entienden lo expresado por el Señor cuando dijo: Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? no vale más para nada, sino para ser echada fuera… y Vosotros sois la luz del mundo… Mt 5:13-14.

Su corazón está inclinado al mundo: No entienden lo escrito: ¿Porqué de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma? Mt.16:26; …No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15. Siguen el camino de Caín y de Balaam quien se lanzó por lucro en el error. Judas 1:11

No obedecen a Dios: son rebeldes y obstinados, hacen lo que les da la gana, conocen la Palabra, pero prefieren ignorarla para actuar desordenadamente y en base a su voluntad. Se parecen a Saul, quién a pesar de haber sido elegido por Dios para ser rey, no tenía la capacidad para obedecer a Dios, por lo cual fue desechado por el Señor. 1 Sam.15. Cierran su corazón para no obedecer a Dios. ni a sus siervos, acarreando juicio para sí. Son nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales sin frutos… estrellas errantes… Judas 12

No aman a su prójimo y son atrapados por falsas doctrinas: Convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y son insensibles a la necesidad del prójimo.

Amados hermanos: La Biblia está llena de casos de personas que bien pueden calificar como tibios, como por ejemplo: Caín, Baalam, los hijos de Elí, Saúl, etc. quienes de alguna manera estaban ligados a la fe, pero que su actitud ambigua, los llevó por el camino equivocado, causando el juicio de Dios sobre sus vidas. Jesucristo dijo: …El que no es conmigo, contra mí es, y el que conmigo no recoge, derrama. Mt.12:30 dando a entender que en Dios no hay términos medios (Tibios), y que todo creyente debe adoptar una posición vertical, cuando se trata de la Fe. Que en Dios no se puede ser moderado, neutral, ambiguo, tibio e indiferente; y que debemos ser Luz en medio de las tinieblas. Todos los que leen esta nota, necesitan entender que cualquiera de las tres condiciones: Frío, Tibio, o Caliente, es una elección personal e individual, o dicho de otra forma, nosotros escogemos en que condición queremos estar delante de Dios; y la buena noticia es que tanto los Fríos, como los Tibios, pueden decidir vivir bajo el Fuego del Espíritu Santo, reconociendo o identificando primero su condición, arrepintiéndose de sus pecados y pidiendo perdón a Dios cambiando de vida. Evitemos la hipocresía religiosa, la cobardía, y la doble vida; y actuemos valientemente (con nuestras palabras y nuestros escritos) testificando de Cristo, viviendo en Santidad y llamando a lo bueno, bueno, y a lo malo, malo. Is.5.   

Dios le bendiga.

Rev. Leonardo Bailey

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