“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” (Ef. 4:17-32).
Profundizaremos en algunos aspectos que deben cambiar en nosotros. Veamos:
Cambio: Modificación, alteración o conversión en algo distinto, opuesto o contrario. Algunos sinónimos pueden ser: Reemplazo o sustitución. Ahora, analicemos lo escrito por Pablo Apóstol:
- Debemos evitar andar como los gentiles: Aquí andar tiene que ver con la forma de conducirnos. La conducta de los cristianos no puede ser igual a la de los gentiles (los mundanos). Conducta es comportamiento y esto habla del aspecto moral y espiritual del creyente. Estoy refiriéndome a un estilo de vida ( la del cristiano) que es superior al del inconverso. Ellos los inconversos (los gentiles) andan en la vanidad de su mente. Esto se refiere a la tendencia natural y humana de pensar en sus propios caminos lejos de Dios. El orgullo intelectual, la racionalización y las excusas alejan a la gente de Dios. Estos gentiles que andan en la vanidad de su mente Tienen el entendimiento entenebrecido: Es decir, viven en tinieblas, en la obscuridad de su mente, b. Son ajenos de la vida de Dios: por su ignorancia espiritual y por la dureza de sus corazones, c. Perdieron toda sensibilidad: El mismo apóstol Pablo cuando le escribió a Timoteo en su segunda epístola, le refirió la pérdida de sensibilidad en los hombres de los últimos días, cuando describió el carácter de ellos; dijo que serían:…hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites mas que de Dios, que tendrán apariencia de piedad pero negaran la eficacia de ella (2 Tim. 3:1-15). Dicho en otras palabras, serán hombres sin sensibilidad de ninguna clase. Los que somos de Cristo no podemos, ni debemos andar como los gentiles, ni con los gentiles.
- Debemos despojarnos del viejo hombre: En ocasiones algunos de nosotros estamos acostumbrados con ciertos vestidos (camisa, pantalón, jeans, trajes, etc.) que nos hace sentir a gusto o muy cómodos; solo que por ser viejos, han perdido su color, brillo, o textura y por esa razón, en ocasiones, no son los vestidos adecuados para las ocasiones importantes. Así mismo ocurre en nuestra vida espiritual donde los vestidos de viejo hombre (la vieja forma de vivir, pensar o actuar) que se destacaba por el anterior estilo de vida, dominado por el espíritu de desobediencia y la carne, para contrastarlo con la nueva capacidad del creyente para adoptar un nuevo estilo de vida de fe y obediencia a Dios, gracias al poder del Espíritu Santo. Este término despojar, se refiere a quitarse con rapidez o violencia, alguna prenda de vestir. El viejo hombre insisto, se refiere a la naturaleza pecaminosa del hombre que lo aleja de Dios. Pablo aclara que el despojo del viejo hombre debe ser en cuanto a su manera pasada de vivir. Esto es un cambio en todo.
- Debemos renovarnos en el espíritu de nuestra mente: La conducta sea buena o mala, comienza en nuestra mente. Renovar significa sustituir una cosa por otra equivalente, pero mas nueva, mas moderna o que sea válida. Observe que antes de invitarnos a vestirnos del nuevo hombre, el apóstol nos indica que necesitamos una renovación en el espíritu de nuestra mente. Está hablando Pablo de un cambio de mentalidad; que significa, dejar la mentalidad vieja para adoptar una mentalidad nueva. Esto es algo que todo cristiano puede y debe hacer, solo que por ser un acto voluntario (el cambio de mentalidad) va a depender de la intención o voluntad que tenga cada uno de cambiar. Debemos comenzar a pensar como hijos de Dios y coherederos con Cristo Jesús. Abandone el pensamiento del reino de los hombres, para afirmar nuestro pensamiento y voluntad en el reino de Dios. Un cambio de mentalidad implica el dominio de: Nuestras emociones, b. Nuestros deseos, c. Nuestra voluntad y d. Nuestro Tiempo.
- Debemos vestirnos del Nuevo Hombre: Esto significa: El hombre según Dios. El nuevo hombre habla de una nueva criatura (2 Cor. 5:17). Si nos despojamos de lo viejo, debemos vestirnos con lo nuevo. El hombre nuevo es el que tiene mente nueva. El apóstol Pablo dijo que es creado según Dios y esto nos indica que el nuevo hombre: Tiene comunión permanente con Dios: Siendo que le ama, procura mantener una comunión con Dios mediante la oración, la congregación, la lectura de las Sagradas Escrituras, la adoración y la alabanza. 2. Sirve a Dios: Una de las principales pruebas de un cambio de mentalidad en la vida del creyente es el servicio a Dios. Se hace por amor y no por interés de ganar nada ni de recompensa. 3. La Obediencia a Dios: El nuevo hombre no es rebelde, sino obediente; obedece a Dios y esto lo hace mediante los hombres. Otra prueba importante de un nuevo hombre (o mujer) es la obediencia a sus autoridades. Se sujeta voluntariamente por amor a Dios. 4. El Amor al prójimo: Cuando se está vestido de un nuevo hombre, nuestro prójimo pasa a ser un factor importantísimo en nuestras vidas.
Conclusión: Dios nos ha estado hablando de un cambio de mentalidad, y esto nos debe llevar a reflexionar sobre lo que somos y lo que Dios quiere. Resumiré esta lección con los consejos del apóstol Pablo: 1. No andes como los otros, 2. Despojaos del viejo hombre, 3. Renovaos en vuestra mente y 4. Vestíos del nuevo hombre. Invito a todos a ser humildes, actuar en unidad, creer a Dios y cambiar nuestra conducta y costumbres, en otras palabras, a tener: UN CAMBIO DE MENTALIDAD. Esto nos llevará a ser cabezas y jefes. Testifica de Dios y su Palabra.
Dios les bendiga.