Y los Nueve ¿Dónde están?

“Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.  Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejosy alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes.  Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.  Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.  Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?  ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?  Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado. (Lc. 17:11-19).  Siendo que hoy esta congregación celebrará un culto Especial de Acción de Gracias, analizaremos la narración antes descrita, a la luz de la palabra de Dios:

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I-Son diez leprosos: Se consideraba esta espantosa enfermedad (la lepra) como un proceso de corrupción paulatina que hacía inmunda a su victima.  Se hablaba del leproso como de uno ya muerto (Num. 12:12), y de curar al leproso como devolverle la vida (2Rey. 5:7).  Esta condición de leproso: 1. Aislaba al Hombre de la sociedad: Aún de su familia.  La lepra al ser una enfermedad contagiosa, obligaba al hombre a separarse de toda persona sana, 2. Traía ruina y miseria: Al tener que estar aislado (o separado) la finanza del enfermo entraba en crisis, ya que no podía trabajar, se convertía en un méndigo (la miseria lo atrapaba), 3. Afectaba el futuro: Al ser una enfermedad incurable, se perdía toda visión al futuro, 4. Traía depresión y soledad: La tristeza, el temor y la soledad, eran sentimientos permanentes, que en algunas ocasiones, inducía al suicidio, 5. Hacía al Hombre impuro:  Es decir, que se creía que el leproso era castigado por algún pecado cometido, y por ende separado de Dios.  6. Traía la muerte: Era el propósito de esta enfermedad; no solo robar la salud, sino matar al hombre.  He tratado de hacer una explicación breve, para que todos puedan estar conscientes de las condiciones reales de estos diez hombres.  En ellos no había paz, gozo, felicidad, ni nada parecido.   Se parece a muchos de nosotros, antes de conocer a Cristo; sencillamente eramos un desastre.

II- Una Oportunidad: Estos diez hombres recibirían una oportunidad que no volverían a ver en sus vidas.  Tenían que aprovecharla.  Era la misericordia de Dios que los estaba visitando.  Era el mismo Dios en persona, Jesús, el que había llegado a la aldea donde estaban.  ¿Cuál fue su reacción?, Clamaron a él.  Pidieron: Ten misericordia de nosotros.  Toda verdadera oportunidad de Dios se aprovecha por medio de la oración.  Estos son diez hombres desesperados que claman al Señor, por: a. Restauración de su salud, b. Integración a la sociedad, c. Su familia, d. Prosperidad, d. Un futuro promisorio, f. Por su vida, etc.  Estaban suplicando por cosas que tenían la mayoría de las personas, pero que no valoraban.  Estaban aprovechando su oportunidad.  Estos diez leprosos por alguna razón estaban seguros de que Jesús los podía limpiar (sanar) de su enfermedad.  Dicho de otra forma, los podía sacar de la condición en la que se encontraban.  Nuestra condición (emocional, espiritual, económica, familiar y de salud) mejora cuando: 1. oramos: (ellos clamaron a Jesús), 2. Tenemos fe: Sin fe no hacía sentido que implorarán a Jesús por sanidad. (sin fe es imposible agradar a Dios) Heb. 11:6.  3. Obedecemos: El Señor les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes.  Y la Biblia dice que mientras iban fueron limpiados (vs. 14).  La obediencia a la voz del Señor, nos bendice.  Ellos (los leprosos) debían ir, y mostrarse a los sacerdotes, porque esta era el procedimiento establecido por Dios en la Biblia para que una persona fuese declarado como “un hombre limpio” (lea Num. 19: 1-22).  Al ordenarle ir y mostrarse a los sacerdotes, estos hombres entendierón que era la norma para ser declarados como hombres libres de toda inmundicia.  Por esto, aseguro que necesitaron una porcion especial de fe, porque la lepra no se fue en el acto, sino mientras iban. (creyendo y obedeciendo).   La fe sin obras es muerta (St. 2:17).  Ahora, aqui hay una oportunidad no solo para ser sanos, sino también para ser salvos.  Las oportunidades que Dios nos da no solo tienen que ver con lo fisico, o material; tambien es con lo espiritual y emocional.  Casi siempre que el hombre esta afectado fisica y materialmente, el hombre se afecta también en lo espiritual y emocional.

III- Un corazón agradecido: Es difícil de creer, pero de diez, uno fue el que volvió para dar gracias.  Aunque todos recibierón algo (salud y vida) del Señor, solo uno volvió; pero ¿Por qué? La Biblia dice que “viendo que había sido sanado”, en otras palabras: Considerando y valorando que había sido sanado.  Este hombre no solo recibió el favor de Dios, sino que lo valoró, por lo que entonces tambien volvió, para dar gracias.  Al igual que él, los otros recibieron un milagro, pero sin valorarlo y por ende sin dar nada por lo recibido (gracias).  Quisiera detenerme un poco aquí, para que evaluemos la actitud del que volvió.  El, bién pudo actuar igual que la mayoría, irse y gozarse con sus familiares y amigos, no obstante, este hombre se auto-analizó, y antes de ir a presentarse ante los demás volvió para dos cosas: a. Glorificar a Dios: Todos debemos imitar esto y dar gloria a Dios por todas las cosas que El nos ha dado (esto es: Salud, familia, finanzas, paz, gozo, casa, autos, empleos, etc.).  la Biblia dice que: Volvió glorificando a Dios, a gran voz. (vs. 15).  Debemos dar gloria a Dios en público y en alta voz por todas sus dádivas.  b. Dar las Gracias: El mismo versículo dice que: Se postró rostro en tierra a sus pies, dandole gracias.  ¿Cuántas veces Dios nos ha dado bendiciones y lo hemos agradecido en su casa? Este hombre volvió a donde estaba Jesús.  Llama también la atención que la biblia dice: Que era samaritano (un extranjero).  Muchas veces los extranjeros (o no cristianos) saben agradecer a Dios más que los creyentes. (Esto es triste).  Esta actitud (de dar gracias) recibió el agrado del Señor y este hombre a la vez, recibió más de lo entregado inicialmente (la salud); ahora recibió también la salvación de su alma, ¿Por qué? Por ser un hombre con un corazòn agradecido.  Analice que este hombre recibió sanidad, luego dió las gracias y Dios le dió más.  Con razón la Biblia dice que más bienaventurado es dar que recibir. (Hch. 20:35).  De gracias a Dios con su vida y reciba más de Dios (Amén).

IV. Un Corazón Ingrato: Es increíble observarla forma de conducirse de los otros nueve.  Su actitud parece sorprender al Señor Jesús cuando dice: Y los nueve ¿Donde están? (vs. 17), o ¿Porqué no han venido?; pero respondamos a la pregunta del Señor ¿Los nueve dónde están? La respuesta es muy sencilla: Están con sus familiares, amigos y seres queridos. Están gosozos disfrutando de lo que Dios les dío de una manera egoísta, olvidandose de su antigua condición (de leprosos) y del dador de la vida.  Están poniendo a Dios en un segundo lugar, teniendo otras prioridades.  Están siendo desagradecidos o mal agradecidos, están perdiendo la oportunidad de recibir más ( La Salvación).  Son del tipo de personas que solo quieren recibir de Dios sin reconocerlo, ni agradecerlo.  No dan gloria a Dios por su amor y bienes, piensan que es su derecho.  No dan nada a Dios, solo quieren recibir.  Es la actitud de muchos de nosotros que recibimos mucho de Dios y agradecemos poco.  Es una actitud que limita e impide que la bendicion siga creciendo. Es un problema del corazón, los otros nueve están lejos de Jesús, porque piensan que ya no necesitan de El.  Repito: No valoraron que fué Dios el que los sanó. No lo agradecieron y nada indica que hayan sido salvos.

Amado Hermano:  El apóstol Pablo dijo: “y la paz de Dios gobierne en nuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.  Sabe usted ¿Porqué el Señor Jesus preguntó por los otros nueve? Es que El tenía mas para ellos, tenia la Salvación.  La actitud de agradecimiento es un acto de fé.  Al que dió gracias al Señor dijo: Levantate, vete tu fe teha salvado (vs. 19) ¿Cuál fe? La fe que le hizo volver a dar gloria y gracias a Dios.  Nuestra fe opera no solo cuando nos falta algo, también cuando recibimos. No seas como los nueve, que el Señor no pregunte luego: ¿Y los demás donde están? Aunque estoy persuadido que debemos dar gracias a Dios todos los días por todas las cosas; también estoy convencido que hay que hacerlo públicamente, en verdad y en ocasiones especiales, no solo de palabras, sino con hechos.

Dios le Bendiga.

Rev. Leonardo Bailey

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