“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” (Ef. 5:16-18).
Eficaz: Que produce el efecto al que está destinado. En la enseñanza de hoy, trataré de exponer los requistos para que la oración del creyente se vuelva eficaz, para lograr este propósito voy a responder algunas preguntas: 1. ¿Cuándo es eficaz la oración? La oración es eficaz, cuando el que ora obtiene el resultado de su petición, es decir, cuando Dios responde la oración. 2.¿Existen oraciones que no son eficaces? Por supuesto. Son muchas las oraciones de creyentes que no reciben respuesta de parte del Señor. 3. ¿Qué debo hacer para que mi oración sea eficaz? La respuesta esta en los siguientes elementos:
- Para que la oración sea eficaz se debe orar con fe: Alguien dirá: Ya yo eso lo sabía. Muchos hablamos de fe, pero pocos ejercemos la fe. Son muchos los cristianos que oran sin creer que recibirán lo que están pidiendo. Sus oraciones estan llenas de temores y dudas. El Señor Jesús dijo: “…todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” (Mr. 11:24). Esto me indica que al momento de orar debemos eliminar nuestros temores y las dudas, y orar con esperanza, es decir, creyendo que recibiremos lo que estamos esperando y con la convicción de que Dios nos mira, oye y responde.
- Para que la oración sea eficaz se debe orar con orden: Primero la oración debe ser al Padre (Mt. 6:9; Jn. 14:13;16:23). Siempre al Padre, no al Hijo, ni al Espíritu Santo. Todos los que oran deben saber que las oraciones van dirigidas exclusivamente a Dios Padre. En la oración del Padre nuestro, Jesucristo lo explicó muy bien y jamás demandó o enseñó que se hicieran oraciones a Él o al Espíritu Santo. Muchas veces alguién ora a Jesús o al Espíritu Santo, y el Padre responde por su infinita misericordia, pero esto no indica que la persona esté orando correctamente. Repito: Nuestras oraciones deben ser dirigidas a Dios Padre.
- Para que la oración sea eficaz se debe orar con perseverancia: “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lc. 18: 1-8). En esta parábola aprendemos que debemos mantenernos e insistir en la oración hasta lograr lo que estamos pidiendo. Esto es orar sin desmayar, no es solo orar en orden y con fe, sino perseverar en la oración. En esta parábola Jesús hace referencia a los escogidos de Dios que claman (oran) a Dios de día y de noche (¿alguién entendió?). La Biblia habla que Elías aunque era un hombre sujeto a pasiones (debilidades) semejantes a las nuestras, oró fervientemente para que no lloviera en Israel y no llovió por tres años y medio. Santiago indica que para lograr este milagro el profeta mantuvo una actitud de perseverancia en la oración y esto le dió tremendos resultados. Tengo que añadir que cuando el profeta quizo que lloviese también tuvo que perseverar en la oración. (1 Ry. 18:41-45). Lo que convirtió la oración de Elias en eficaz fue su perseverancia en ella.
- Para que la oración sea eficaz se debe orar con Paciencia: Al momento de hacer compras en un almacén o un supermercado, luego de elegir los productos que deseamos, todos queremos pagar de primero o estar en los primeros lugares de la fila, para pagar y salir primeros o lo mas pronto posible. Nadie se detiene a pensar en que las otras personas que estan en la fila también tienen necesidades urgentes por hacer; lo mismo pasa al momento de orar. Nos concentramos en nuestras necesidades urgentes y pretendemos que Dios nos responda en el acto, o lo antes posible porque estamos desesperados, o mas bien apurados, con la única diferencia de que: No estamos comprando nada (¿Aloo?), estamos pidiendo o suplicando a Dios por un favor inmerecido, por tanto y sin importar cuál sea la urgencia, debemos ser pacientes, y esperar la respuesta de Dios que siempre llega a tiempo. Lamentablemente son muchos los cristianos que dejan de orar porque Dios no les responde cuando ellos quieren. La Biblia dice que: “No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere.”(Ec. 8:3) De manera que el que ora, hágalo con paciencia, no olvide que Ud. no es el único que está pidiendo.
- Para que la oración sea eficaz se debe orar en el Templo: La oración en el templo tiene un secreto o un misterio especial que produce grandes resultados. El templo siempre es la casa de Dios y su propósito principal (el del templo) es la oración, ya que el mismo Dios dice en su palabra: “yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.”(Is. 56:7). Entonces orar en el templo es la voluntad de Dios y hacer esto allí lo convierte en eficaz. Ahora, eso no significa que la oración no puede ser eficaz si no se hace en el templo, pero si quiero establecer que las oraciones que se hacen en el templo son eficaces.
- Para que la oración sea eficaz debemos: a. Perdonar: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.” (Mr. 11:25-26). Muchas oraciones no han sido contestadas porque el que ora tiene un corazón lleno de odio, rencor o rencillas y esto afecta su comunión con Dios e impide su respuesta; b. Orar con Amor: La oración eficaz es la que no busca el beneficio propio, sino el de los demás. Al momento de orar debemos manifestar amor hacia nuestro prójimo. c. Orar para dar gloria a Dios: Muchos oran por cosas que no necesitan realmente (caprichos), pero la oración que es eficaz será para la gloria de Dios, por tanto traerá honor a su nombre. D. Orar en Unidad:“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” (Mt. 18:19). Ponerse de acuerdo con uno o más hermanos sobre una determinada petición traerá eficacia (resultados positivos) en la oración. De aquí yo puedo asegurar que la oración de la congregación (congregacional) es eficaz. No existe una oración mas eficaz que cuando el pueblo del Señor se une (cada miércoles), y se pone de acuerdo para suplicar delante de su Dios.
Amado Hermano: Dios nos ha llamado una y otra vez a la oración. No obstante, debemos hacer todo lo posible para que nuestras oraciones tengan resultados (sean eficaces). Para ello debemos: Orar con fe, en orden, con amor, en unidad, paciencia, perseverancia y para la gloria de Dios. No es orar por orar; me refiero a que procuremos la eficacia (resultados positivos) en nuestras oraciones. Aplique esta enseñanza a su vida y sigamos orando juntos en el templo cada miércoles en el culto de oración.
Dios le bendiga